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¿Qué es el evangelio?
La palabra “evangelio” simplemente significa “buenas noticias”, pero debemos entender que el evangelio de Jesucristo no es solo una buena noticia, es la buena noticia.
Lo primero que se necesita.
Date cuenta de que eres un pecador.
No importa cuán buena sea la vida que intentemos vivir, todavía estamos lamentablemente lejos de ser una persona perfecta. Eso es porque todos somos pecadores. El pecado simplemente significa que no podemos estar a la altura del estándar perfecto de justicia de Dios. La Biblia dice: “Nadie es bueno, ni siquiera uno”. No podemos llegar a ser quienes se supone que debemos ser sin Jesucristo.
El siguiente paso.
Reconoce que Jesucristo murió en la cruz por ti.
La pena por el pecado es la muerte, pero en lugar de darnos esa muerte a nosotros, Jesús sufrió la muerte por nosotros para que pudiéramos ser perdonados por Dios. La Biblia nos dice que “Dios mostró su gran amor por nosotros al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores”. Esta es la Buena Nueva, que Dios nos ama tanto que envió a Su único Hijo a morir en nuestro lugar cuando menos lo merecíamos.
Es hora de estar bien con Dios.
Arrepiéntete de tu pecado y ve por el otro lado.
La Biblia nos dice: “Arrepiéntete de tus pecados y vuélvete a Dios, para que tus pecados sean borrados”. La palabra arrepentirse significa cambiar nuestra dirección en la vida. En lugar de huir de Dios, podemos correr hacia Él. Cuando confesamos y nos arrepentimos, estamos de acuerdo con Dios en que necesitamos Su gracia y perdón en nuestras vidas.
¡Bienvenido a una nueva vida!
Recibe a Jesucristo en tu vida.
Convertirse en cristiano no es simplemente creer en algún credo o ir a la iglesia. Es tener a Cristo mismo residiendo en tu vida y en tu corazón. Jesús dijo: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré. . .” Si desea tener una relación con Cristo, simplemente haga esta oración y dígala en serio en su corazón:
“Querido Señor Jesús, sé que soy un pecador. Creo que moriste por mis pecados. Ahora mismo, me aparto de mis pecados y abro la puerta de mi corazón y de mi vida. Te confieso como mi Señor y Salvador personal. Gracias por salvarme. Amén."